sábado, 17 de noviembre de 2012

Consejos para el Mantenimiento de Edificios


Desde nuestra experiencia como arquitectos hemos constatado que uno de los peores problemas que puede sufrir un edificio (y a la larga el bolsillo de los vecinos) no son las grietas o las humedades, es la falta de mantenimiento. Cuando haces inspecciones técnicas te das cuentas que la reparación más costosa es la que no se hace, porque lo que empieza siendo una pequeña filtración o un material disgregado termina con la cubierta arruinada o un desprendimiento. Así que hemos pensado escribir una serie de artículos para por un lado intentar conciencia del deber de conservar y por otro facilitar algunas herramientas o claves que nos permitan hacer un mantenimiento del edificio rápido, económico y eficaz…

El deber de conservar

Bajo este título se determina en muchas ordenanzas la obligación que tienen los propietarios de los edificios (sean únicos o comunidades de propietarios) de mantenerlos en buen estado de conservación, de tal forma que se garantice su seguridad tanto para ellos mismos como para el resto de personas. La falta de mantenimiento, como todos sabemos, puede acabar en un accidente, un derrumbe, una situación de insalubridad, etc…
La realidad que hemos observado es que salvo raras excepciones no existe una conciencia de mantener lo que es nuestro. Y menos aún si en el “nuestro” se incluye el “de todos”, como en las comunidades de propietarios… porque es sabido que lo que es de todos no es de nadie.

Mantenimiento del edificio, algunos consejos básicos…

Para conservar en buen estado nuestro edificio es imprescindible hacer un mantenimiento adecuado y continuado, prestando especial atención a los siguientes puntos. De esta forma se puede ahorrar mucho dinero al evitar grandes intervenciones a la hora de pasar la ITE, por ejemplo.
Consejos básicos para el mantenimiento del edificio
Cimentación y estructura
  • Es la base del edificio, así que habrá que vigilar la aparición de fisuras o grietas en paredes y techos.
  • Además hay que tener cuidado, sobre todo en edificio antiguos, de no sobrecargar los forjados (cajas fuertes, librerías, etc).
Conservar la fachada
  • Las fachadas protegen el edificio y son, junto con la cubierta, las más expuestas a la intemperie.
  • Habrá que vigilar por tanto su estado de conservación: materiales, acabados, pinturas…
Cuidar la cubierta
  • La cubierta, como ya hemos dicho, es el elemento más expuesto a la intemperie… y además muchas veces es difícil acceder a ella.
Vigilar las humedades
  • Pueden ser básicamente por filtración, capilaridad o condensación.
  • Pero en cualquier caso cuanto antes se solucionen mejor, porque evitaremos males mayores.
Si la estructura es de madera…
  • Si nuestro edificio es antiguo probablemente tendrá estructura de madera.
  • Habrá que tener especial cuidado entonces con las fugas de agua en baños y cocinas, ya que la humedad excesiva pudre la madera.
Elementos metálicos
  • La humedad produce oxidación y corrosión, así que prestaremos atención sobre todo a los elementos metálicos expuestos a la intemperie.
Desagües y sumideros
  • Un mantenimiento periódico evitará atascos, humedades y malos olores.
Aislamiento y ventilación
  • No son incompatibles!
  • Un buen aislamiento evita pérdidas de calefacción y de refrigeración, ahorrándonos dinero.
  • A su vez, una correcta ventilación evita la aparición de humedades de condensación.
Cuidar los espacios comunitarios
  • Los espacios comunitarios nos pertenecen a todos.
  • Así que cuidarlos nos evitará gastos… a todos!
Tener al día el libro del edificio
  • El libro del edificio recoge muchos documentos sobre el edificio, en especial las normas de uso, conservación y mantenimiento.
  • Cumplir con el mantenimiento indicado es garantía de buena conservación.
Suscribir contratos de mantenimiento y seguros
  • No podemos olvidarnos del seguro, el ascensor y los extintores.
  • Pero tampoco del propio edificio; contratar un servicio anual de inspección puede ahorrarnos mucho dinero!
Evitar las obras ilegales
  • Tanto en las zonas comunes como en el interior de las viviendas.
  • Mucho cuidado si se tocan elementos estructurales como muros de carga para abrir vanos, por ejemplo.
Contar siempre con profesionales
  • Un arquitecto o un aparejador son los profesionales adecuados para vigilar la salud de nuestro edificio.
  • Tomado de http://www.pasarlaite.com/